"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
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11-06-2014 |
Uruguay
La culpa no es del chancho sino de quien le rasca el lomo
"Si los hechos no encajan en la teoría, cambie los hechos."
Albert Einstein
DIFERENCIAS EN EL FRENTE AMPLIO
Hubo una diferencia de opiniones entre el Pepe y Constanza al final de la campaña, Mujica dijo que las internas son aburridas como bailar con la hermana, mientras que para Constanza son entretenidas.
En rigor, el Pepe tiene razón. Esta campaña ha sido espantosa. Una ausencia total de verdaderas propuestas sustituidas por tonterías y divagues, jingles, imágenes repetitivas hasta el hartazgo de pequeños caudillos, propaganda de saturación, y ni un solo debate, NI UNO. El Qkito cantando un rap de “Pensar, innovar” para decir “payar, improvisar”
El Frente Amplio se lleva las palmas en eso. "Vamos bien", "Tenemos un rumbo", frases anodinas que resaltan el hecho de que no se va a ninguna parte ni se quiere, no se puede mencionar siquiera ninguna meta propuesta. Tratar de decir siempre lo menos posible y no atarse a ningún compromiso.
Ni siquiera agitar el temor al retorno de un gobierno de derecha sirve ya de mucho, porque la derecha no ha levantado ningún programa fuerte de "contrarreformas" sino de continuidad con el programa del gobierno, desmarcándose en cosas parciales y subsidiarias como "seguridad" o educación, en que el Frente tiene también un programa reaccionario, diferenciándose tan solo en los aspectos de instrumentación, pero no en los fines. Sí, Pepe tiene razón.
Pero Constanza no está tan errada, Cosas cómicas o tragicómicas ha habido también. Una de ellas es el papelón de politólogos, analistas y encuestadores.
SI NO SABÉS HACER TU TRABAJO PROBÁ CON LA REPOSTERÍA
Me reí con ganas al leer una nota periodística en el Observador dos días antes de la interna: "Los analistas políticos le temen a personas que prometen un voto, luego no cumplen y amenazan con arruinarles los pronósticos"
Y sigue enumerando toda una serie de imponderables de la conducta humana que agregan incertidumbre a esto de anunciar resultados. Incluso se quejan de que políticos y periodistas usen mal los datos que aportan las encuestas, es como el narcotraficante que dice que sus clientes no hacen uso responsable de lo que ellos venden.
Si no saben trabajar con esas incertidumbres, vamos a no echarle a culpa a la realidad. La pérdida de relevancia de la política para gran parte de la gente, ESO es lo que ocasiona ese comportamiento "indeterminado" de los votantes, la pérdida de peso de los factores de decisión en los que piensa el sistema político.
Y ESO es lo que deberían explicar los politólogos. Las motivaciones estrictamente políticas pierden importancia relativa porque la gente DEJA DE CREER en las opciones que le ofrece el sistema político. LA MISMA RAZÓN es la causa del crecimiento del voto en blanco voluntario, el voto en blanco militante en una instancia en que el voto no es obligatorio. Ningún “analista” se ha molestado en ocuparse de este fenómeno, que sí es una verdadera novedad.
Una semana después también en el Observador, los directores de las encuestadoras tratan de explicar sus errores. Primero hablan de problemas de medición o instrumentos, pero de inmediato dicen lo contrario, que las mediciones estaban bien y lo que falló fue el modelo de interpretación.
De eso ya nos dimos cuenta. Pero ¿cuál es ese modelo interpretativo, y por qué tienen ese y no otro?
El problema es que estos “expertos” no vienen con una ciencia que estudie la política sino una pseudociencia que se ocupa de la MISTIFICACIÓN del conflicto político. En su postura ideológica la política es un fenómeno de mercado, una competencia entre varios vendedores para conseguir compradores, y no una instancia de la lucha de clases. Deben ser necesariamente ciegos a esa condición para poder ser politólogos orgánicos del sistema y para que SUS clientes, los medios de prensa y los partidos políticos oficiales les compren su producto ideológico.
Y si sus pronósticos no resultan confirmados, es porque los uruguayos son mentirosos
MI PROPIA AUTOCRÍTICA
Por mi parte, he cometido dos errores en mis notas previas sobre este tema. El primero, al principio, fue decir que Tabaré no sería candidato por el FA. Me basaba en dos elementos.
La realidad política del país y del Frente ha cambiado radicalmente en los diez años desde su primer victoria siendo su estilo “monárquico” completamente inadecuado hoy; el otro es que Tabaré es totalmente incapaz de cambiar.
En esas dos cosas tenía razón, y los hechos lo demuestran día a día. Pero subestimé la cobardía de la burocracia frentista. Temiendo perder las elecciones creyeron que la apuesta segura era Tabaré Vázquez, y con eso agravaron el problema. Transformaron un pequeño riesgo manejable en una probable catástrofe
Mi otro error fue negar toda capacidad de renovación de los partidos tradicionales. Bien cierto es que este recambio de Larrañaga por Lacalle Pou no puede llamarse renovación, es apenas un mínimo cambio de maquillaje. Pero es bastante más de lo que ha sido capaz el Frente, que sigue negándose a ese cambio mínimo siquiera.
El Partido Nacional ha demostrado tener una “democracia” (democracia oligárquica, censitaria, limitada a la cúpula de los caudillos) más flexible que la burocracia frentista, que ni eso tiene. Su único mecanismo de decisión es la cocina burocrática, mecanismo que hoy es totalmente ineficaz y solamente agrava las contradicciones internas
ESTÁBAMOS AL BORDE DEL ABISMO Y DIMOS UN PASO AL FRENTE
Estas contradicciones se ven en la puja por la vicepresidencia. Ni siquiera en estas graves circunstancias, en las que está en juego eso por lo que había que SACRIFICAR TODO, HASTA LOS PRINCIPIOS ELEMENTALES, el triunfo electoral, pueden dejar de lado sus mezquinos intereses burocráticos
Cuando dicen que el candidato a vice debe ser resuelto por “él candidato” olvidan que están desconociendo la norma constitucional que establece que eso es resorte de la Convención del partido que ha sido electa en las urnas JUNTO con ese candidato y como contrapeso de él, prácticamente es para lo único que sirve esa Convención. Si “el constituyente” (el equipo de burócratas políticos que armó esta “ingeniería” de la norma constitucional) quisiese darle al candidato electo el papel determinante en esa decisión, hubiese establecido la competencia electoral de fórmulas completas. La dualidad presidente por voto directo, vicepresidente por voto indirecto de una curia elegida en el mismo acto, es un EXPLÍCITO recurso de búsqueda de equilibrios internos, y no de verticalismo absoluto del candidato presidencial.
Por otra parte, esa facultad que se presume del “candidato” es una ley no escrita con nombre y apellido, porque MUJICA NO TUVO ESA POSIBILIDAD. Cuando ganó las elecciones internas hace cinco años estos mismos burócratas frentistas se negaron a que fuese “el candidato” el que eligiese a su compañero de fórmula.
Con uno de esos tontos juegos de palabras que se han puesto de moda, diríamos que lo determinante en la conducta de la burocracia frentista es hoy el MIEDO A LA CALLE. En sus dos sentidos, tienen miedo a perder sus asientos, la teta del estado, a quedar en la calle. Y no se animan a recurrir a la movilización de la militancia, volver a convocar a la estructura de base que han desarmado tenazmente en estos años, apelar a la calle.
Como en toda estructura burocrática, está presente aquí otra contradicción: entre el interés GENERAL de la burocracia, y el interés PARTICULAR de su círculo superior. El interés “general” impondría ese cambio mínimo de maquillaje del que ha sido capaz el partido de la rancia oligarquía uruguaya, pero el núcleo duro de la burocracia frentista se resiste siquiera a eso, se aferra a su poder cupular con uñas y dientes. Y así pone en riesgo incluso su continuidad en el gobierno.
Vemos que no hay solamente cobardía en este caso. Se evidencia también que esta burocracia frentista es bisoña aún, inexperta, recién llegada, en su función de burocracia estatal de gestión del capitalismo. La burocracia del Partido Colorado no cometería errores tan gruesos. Le harían un emotivo homenaje de despedida al gran líder, y a otra cosa.
No podemos descartar, sin embargo, que una vez más sea el militante de a pie el que saca las castañas del fuego a pesar del burócrata. Ni tampoco podemos descartar lo contrario, que les de vuelta la cara
LOS HIJOS DE
El hijo de Sendic, el de Bordaberry, el de Lacalle (biznieto de Herrera en realidad), esa es la renovación posible en los partidos políticos uruguayos.
El Frente es el peor. Porque es el más burocrático, el más inseguro, y el que tiene más para perder. Junta el caudillismo oligárquico que copia a los partidos tradicionales con el mesianismo que hereda (hereda lo peor, como siempre) de la vieja izquierda decadente.
Tabaré sigue poniendo su mejor esfuerzo en tratar de perder. Y le está dando resultado
No tuvo mejor idea que insultar la inteligencia del votante anunciando como una gran medida de su gobierno que regalará tablets a los jubilados. Y preguntó si acaso un país iría al mundial con su “sub-20”. La arrogancia le está jugando en contra, la comparación correcta sería si alguien iría al mundial con un equipo “honorífico” de viejos jugadores retirados.
Es lo que dijimos: Tabaré no puede cambiar. Hay algunos que llegan a la vejez conservando la capacidad de aprender, no es el caso.
Pero como bien lo dijo Constanza, “Tabaré no tiene la culpa”. Claro que no, Tabaré los está hundiendo, pero ellos se la buscaron
LOS RESULTADOS DE LAS INTERNAS
Sumando abstención, voto en blanco y anulados, tenemos dos tercios de los habilitados.
O sea: todos los candidatos sumandos reúnen un tercio en total. Ponerse a ver ganadores y perdedores en esas condiciones es algo muy relativo.
Pongamos los pies en la tierra: la abstención en octubre volverá a ser algo marginal como lo ha sido siempre en Uruguay. No hay ninguna posibilidad de que haya un movimiento tipo “501” en Argentina, para tratar de enfrentar la obligatoriedad del voto. En octubre la casi totalidad de la abstención de ahora se transformará en votos, que se distribuirán de una forma aproximada a las internas, con las “correcciones” que ya vimos hace 5 años. El Frente “crecerá” más que el Partido Nacional. Es todo lo que podemos decir sobre esto.
“La sorpresa”, el gran protagonista de esta instancia, ha sido el voto en blanco
Hubo un 2.5% de “blancos totales” QUINTUPLICANDO el 0.5% de hace cinco años, en que ya fue un hecho sorprendente. Y si sumamos los “blancos parciales” supera el 10%. Blancos parciales son los votos que son una opción incompleta por un partido
¿Estamos sumando peras con manzanas? NO. El 90% de los votos en blanco parciales son votos parciales por el Frente, no se vota a ningún candidato presidencial, ni a Tabaré ni a Constanza, solo se vota la hoja para la convención departamental. Eso no es debido a pujas dentro del departamento, porque es un fenómeno nacional y la tercera parte son de Montevideo.
Sé perfectamente lo que esto significa porque es lo que yo hice en 2004, voté la lista de convencionales departamentales de la Corriente de Izquierda pero NO VOTÉ A TABARÉ VÁZQUEZ. Esa ha sido la intención de esos votantes hoy. Por eso podemos suponer que en el 2.5% de votos blancos totales hay una distribución ideológica similar, una mayoría de frenteamplistas decepcionados, de la misma forma que los blancos parciales por el Frente son ex-frenteamplistas que se están despidiendo.
Por eso podemos pensar que en este caso sí, el voto en blanco en octubre se expresará en una cifra pequeña que tal vez no crezca pero que tampoco disminuya mucho.
Un 2.5 es casi un senador. Puede no ser gran cosa considerada en abstracto, pero en este caso concreto puede significar que Tabaré pierda la segunda vuelta, que se termine el ciclo del Frente Amplio
UN ENORME TRIUNFO INÚTIL, CONSTANZA
No puedo estar de acuerdo con los “analistas” que hablan de “pequeño pero digno resultado” y cosas por el estilo. El triunfo de Constanza es enorme.
Es enorme frente a la burocracia frentista, porque demuestra -incluso a su pesar- que el disciplinamiento “unitario”, la autocensura y los buenos modales son un SACRIFICIO POLÍTICAMENTE INNECESARIO. Se le puede ganar a la burocracia.
¡Al carajo la disciplina partidaria! Eso es lo que dicen los números de Constanza
A PESAR de la conducta política que ella misma tuvo, queriendo jugar dentro de esas reglas de disciplamiento. Al final, termina demostrando que la rebelión rinde, y que la “unidad” no sirve para nada
Sin aparato, sin recursos, sin apoyo, saboteada por todos, traicionada por sus posibles aliados (por el PCU en forma vergonzosa, por ejemplo) logra superar a todos los sectores del FA. Queda un poco por atrás de Sendic, que debe haber gastado diez veces lo que ella en la campaña, y que no tuvo ninguna traba.
EN LOS NÚMEROS pierde por paliza frente al voto en blanco. Pero el significado del número en política es relativo, es una MEDIDA, como lo explica Gramsci. CUALITATIVAMENTE Constanza le gana a voto en blanco, porque demuestra que ES POSIBLE eso que el fundamento ideológico del voto en blanco dice que sería imposible, organizar una corriente política independiente en las condiciones actuales.
Es una lástima que ese triunfo vaya a ser totalmente desperdiciado, como va a ocurrir. Constanza, si tuviese el coraje, debería plantarse, amenazar con quebrar el Frente, ponerlo ante la perspectiva de perder todo, e imponer sus condiciones, como hizo Astori hace cinco años. No lo va a hacer
No tiene ninguna condición para imponer, no tiene un programa ni un objetivo político propio. Su única finalidad es ganar una bancada parlamentaria que sea una minoría más o menos presentable dentro del gobierno del Frente.
Lo va a lograr. Y NO LE SERVIRÁ DE NADA. Y los frenteamplistas que la siguen sufrirán una nueva frustración
¿Y QUÉ VAMOS A HACER?
Por las dudas aclaro. YO NO VOTÉ A CONSTANZA. Sin embargo, aunque de ninguna manera vaya a votar al Frente en octubre, pensé en algún momento en la picardía de arrimarle un votito a Constanza -solamente en las internas- para apoyar la oposición a Tabaré que existe dentro del Frente. Por qué en definitiva no lo hice no viene al caso, y si sería correcto hacerlo tampoco me interesa discutirlo ahora.
El tema a que estoy sugiriendo es este: Si a mí se me ocurrió en algún momento eso de votar a Constanza para escupirle el asado a Tabaré sin tener intención alguna de votar al Frente en octubre, otros pueden haber tenido una idea parecida
Es probable que entre los votos de Constanza haya unos cuantos que se bajarán antes de octubre, no votarán al Frente. Algunos ya lo tienen decidido, otros lo están pensando
Esa es la única cantera desde la que podría crecer, digamos, el voto de Unión Popular – Asamblea Popular. Es muy difícil que lo haga desde el voto en blanco, que ya es mayoritariamente un voto convencido, y anímicamente reafirmado por estos resultados. Y salir a discutir con la abstención es perder el tiempo, es discutir con una pompa de jabón.
La abstención casi desaparecerá en octubre, eso es esperable. AP-UP crecerá a partir de la abstención como lo harán todos. Lo que no es esperable es que mientras todos en promedio multipliquen sus votos por 3, AP-UP se multiplique por 10 (lo que están diciendo) o siquiera por 7 (lo que necesitaría).
Aquí también, como lo recordamos de Gramsci, el voto es una medida de la eficiencia política (o ineficiencia) de una fuerza.
Lo que importa en este caso es que deberían dejar de pensar al revés. No la organización y el trabajo político como un medio para conseguir votos, sino el voto (tal vez, y en el mejor de los casos) como un medio para reforzar la organización y el trabajo político extra-parlamentario, y nunca el medio principal. O sea, al revés de lo que están haciendo.
Tal parece que tienen el problema de Tabaré. Han llegado a un punto en que ya no son capaces de cambiar.
No podría haber un movimiento abstencionista organizado en Uruguay. ¿Podría haberlo por el voto en blanco? No lo ha habido hasta ahora. Todo esto es otro tema, y lo discutiremos más adelante
¿Y QUÉ VA A PASAR?
Si el Frente PIERDE en la segunda vuelta, el sector astorista y otros van a hacer lo que siempre hicieron. Se pondrán a colaborar con el poder burgués a cambio de conservar algunos cargos, dando la espalda a cualquier cosa de izquierda. Y el Qkito ya dijo claramente que estaría dispuesto a tirarles un hueso. Pero no habría huesos para todos. Si el Frente pierde, chau Frente.
Si el Frente GANA las cosas serían un poco diferentes, no mucho ni por mucho tiempo. Va a perder la mayoría parlamentaria. Si es por un margen pequeño podría arreglarlo comprando algún diputado del Partido “Independiente”, o de los blancos. Y ni hablar, su política de gobierno sería abiertamente de derecha, más que hasta ahora.
Pero si la porción que les falta es más grande, Tabaré entrará en negociaciones desembozadas con la oposición ofreciendo ministerios importantes. Esta vez no le alcanzará con eso, la oposición le exigirá compromisos programáticos precisos, y garantías. Tendrá que entregar cargos de primera línea en la administración. Será una “cohabitación”.
Más tarde o más temprano llegaremos a lo mismo. Chau Frente
¿Estamos preparados para una era post-frentista?
¡Ni siquiera logramos prepararnos para la era frentista! No lo hicimos antes de que llegase aunque sabíamos que venía. No lo hicimos en diez años de era frentista. No hemos podido construir una política para la nueva situación, que ya está empezando a ser la vieja situación. Y la “nueva nueva situación” no tendrá nada de parecido con la “vieja vieja situación” que ya conocimos, y para la cual tampoco tuvimos política.
Dejémonos de joder, muchachos. El problema no es el Frente. Somos nosotros
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